domingo, 24 de abril de 2011

AMIGO EUGENIO (RECUERDOS DE VALLADOLID)

AMIGO EUGENIO (RECUERDOS DE VALLADOLID)

Por Dr. Moisés Tacuri Garcìa.



“El paìs de mis sueños ¡existe!
se llama : España.”

Juan Guillermo Carpio Muñoz.
Sociòlogo, historiador y escritor.


Era un dìa de Abril del año 2008, poco después de haber asistido a un curso internacional en nuestra madre patria, a la cual accedì por una gentil invitaciòn de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina, no podìa regresar al Perù sin haber saludado en su pais, a mi entrañable amigo Eugenio Gomez Garcìa, con el que siempre nos habìamos comunicado por Internet o por telèfono, pero esta serìa la primera vez que lo harìamos personalmente. El tren ràpido (AVE como es llamado allà), me acerca cada vez màs, a Valladolid, los paisajes españoles son dignos de pinturas por su belleza y colorido , el sol brilla en todo lo alto, los extensos campos de cultivo y los pueblos cubiertos de yeso y tejas (que me recuerdan a Tarma), aparecen por doquier. Al llegar a la estación, miro a todos lados y a mi alrededor todos los pasajeros son recibidos efusivamente por sus familiares, siento una transitoria soledad, con ese frìo helado de las tardes Vallisoletanas. Sin embargo a pocos metros està el maestro Eugenio, el hombre que diò el soplo de vida a mis pasodobles, el hombre que medio Valladolid saluda respetuosamente, aquel maestro de maestros de la mùsica española estaba allì esperàndome, cual un padre, cual un hermano, con un gabàn marròn y una mirada fraterna del que espera a un pariente lejano. ¡¡¡¡Hombree, Moisés!!!!, me dice en su tìpico acento español, un fuerte abrazo y un apretón de manos, fueron el inicio de unos dìas de ensueño en esa bella y legendaria tierra, de sol y de trigo.
Valladolid es una ciudad histórica de España, pues decir que la historia de Valladolid està intimamente ligada a la historia de España es una gran verdad que no admite concesiones. situado al norte de España, en la comunidad de Castilla-Leòn, fue el lugar donde las primeras monarquías españolas se instalaron, allì vivieron los reyes catòlicos y naciò Felipe II y un sinnúmero de datos històricos màs.
A lo largo de esos escasos dìas de visita, Eugenio fue mi buen anfitriòn y no escatimò esfuerzos para mostrarme lo mejor de la gente, comida y reliquias històricas de Valladolid.


Tenìamos charlas interminables por las amplias y modernas aceras de esa bella ciudad española, pasamos por la casa de Cervantes Saavedra la cual luce una pileta de piedra de la que aùn brotan cantarinas aguas y que deja sentir la ausencia del insigne escritor de “Don Quijote de la Mancha” y una placa de piedra labrada etiqueta ese hecho memorable de la literatura hispànica tan nuestra.


Tambièn pasamos donde alguna vez habitaron los reyes catòlicos, cerca al centro de la ciudad, y llegamos a una esquina de dicha mansión donde una ventana se abre a una iglesia que es toda una obra de arte ademàs de ser una bonita e inmensa edificación, mientras que en la otra cara adyacente a esa esquina se encuentra la puerta principal que queda enfrente de una iglesia modesta ( si cabe el tèrmino, comparado con lo imponente de la antedicha), cuenta la historia, que los reyes catòlicos al querer bautizar a su heredero Felipe II querìan hacerlo en la iglesia grande y aristocràtica, pero las leyes en ese entonces vigentes referìan que el bautizo tenìa que hacerse donde correspondìa la puerta principal. Ante tal disyuntiva los reyes optaron por sacar a su vàstago por la ventana siendo bautizado por los sacerdotes de la descomunal iglesia, de una manera tan atìpica, salvando asì la asaroza situación que a su linaje correspondìa.


Era infaltable la visita a la plaza de toros de Valladolid, espaciosa y bella, con varios pisos para el respectivo acceso a sus tendidos, lo que me llamò la atención fue la presencia del “Museo del TORO”, ubicado a un costado de la plaza, museo surrealista, que sale de lo convencional, que desde el ingreso envuelve al visitante en un mundo de misterio y hechizo, tal como es el espìritu de la tauromaquia, en la primera sala en medio de la penumbra y una proyecciòn de la luna en el piso de la misma, una voz hace una referencia al miedo, ese miedo atàvico que concierne al hombre: “ El miedo forma parte del comportamiento del hombre, para vencer sus miedos el hombre creò la alquimia, la astronomìa, la astrología y todas las ciencias, España para vencer sus miedos creo…La Tauromaquia”. con esta entrada tan subyugante pasamos a los diferentes salones todos con ese aire mìstico y de penumbra que sobrecoge a los espectadores.


En uno de ellos se ingresa a un callejón y se escucha que un animal escarba el piso y cuando giramos la mirada vemos a un inmenso toro que se aproxima a nosotros, casi llegando gira y se marcha con un resoplido de alivio de los visitantes, ante tan espectacular juego de càmaras y efectos sonoros. En una de las paredes se lee una frase de Ortega y Gasset : “La historia del toreo esta ligada a la de España tanto que sin conocer la primera resultarà imposible comprender la segunda”, en otro lado Antonio Machado dice : “ Como en un ritual arcaico a la puesta del sol, los españoles se reunen en las plazas, para asistir a la muerte de un Dios”, Frases que por demàs, nos dejan sin ningún comentario. Tambièn se encuentra una estatuilla de San Pedro Regalado, patrono de los toreros, que cuenta la historia, que un toro de lidia cuando se percatò de la presencia del santo en vez de atacarlo se postrò de rodillas, por esta razòn en el mes de mayo en la plaza de toros de Valladolid hay una feria taurina a su nombre.


Nos encontramos con el ex matador de toros Jorge Manrique, actual gerente de la Plaza, quièn amablemente nos abre las puertas de la Plaza de toros de Valladolid, y nos permite una tomas fotogràficas con èl. La plaza luce imponente en su interior con varios niveles o pisos, nos asomamos a su enfermerìa y puede apreciarse un quirófano y unos ambientes para la atención de los lidiadores heridos. En la plaza de Valladolid han desfilado grandes toreros de antaño, asì como los actuales, de la talla de El Juli, Josè Tomàs, Sebastián Castella, Enrique Ponce, etc. una leve llovizna no opaca para nada la serie de sensaciones que nos da visitar interesantes lugares històricos, me parece oir a los olès retumbar en la Plaza, y ver salir a los toreros vestidos en trajes a la usanza de la època del famoso pintor Goya, por que precisamente en la feria de San Pedro Regalado, se estila que todos los participantes en la lidia de los toros esten vestidos a la època de Goya, lo cual es un espectáculo aparte de luz y color, desde los monosabios hasta los matadores bien ataviados con paños multicolores en la cabeza, medias blancas y trajes adornados con pedrerìas que al contemplarlos da una sensación de una corrida de los años de 1700. Por ellos a este tipo de corridas se les llama corridas Goyescas.
En la vista se aprecia al Maestro Eugenio Gomez, Jorge Manrique y mi persona, en los interiores de la Plaza de Toros de Valladolid, una de las plazas de toros màs antiguas de España, que en algo se parece a nuestra plaza de Acho.


Se nota la expectación y preparativos de la pròxima feria a llevarse a cabo en los pròximos dìas de Mayo, es impresionante ver como viven su fiesta, con que ilusiòn cada año hacen los preparativos para dicho evento, como las autoridades se preocupan para que todo salga bien, porque dicho sea de paso la tauromaquia en España es tambièn uno de los atràctivo turìsticos mas importantes que poseen.
La tarde y los minutos discurren tan veloces y llegada la noche vamos a uno de los rincones màs taurinos de Valladolid, La Peña Taurina “Aficiòn Vallisoletana”, donde somos recibidos por el presidente de dicha peña, el colega mèdico, Dr. Grajal., y el ambiente que allì se respira es taurino cien por ciento, desde las cabezas disecadas de toros memorables que lucen imponentes fijados a las paredes, los aficionados charlan en sendas mesas redondas y numerosas, de su gran pasiòn: “Los Toros”. Es una aficiòn cuya animosidad contagia el alma, los veo fumando sus puros, con sus clàsicas gorritas a cuadros, tomando un sorbo de vez en cuando de su infaltable vino de la regiòn del rìo Pisuerga o un cafè bien cargado, el presidente de dicha peña se esmera en mostrarnos las instalaciones del local de la peña, los carteles antiguos, donde hay un cartel original de cuando Manolete era aùn novillero, fotos interesantes incluso una de manolete en Mèxico donde està al lado de su novia Lupe Sino y canta para los dos cogiendo una guitarra, nada menos que Mario Moreno “Cantinflas”, personaje muy querido y recordado en España, no puede faltar la copa de vino de cortesía de parte de mi atento colega. El momento màs emotivo de esta visita fue cuando en el equipo de sonido de la peña suenan los acordes de un bellìsimo pasodoble titulado precisamente “Peña Aficiòn Vallisoletana” , compuesto por el maestro Eugenio Gomez, es un pasodoble cuyos sones se pasean en el local de la peña llenàndolo de solemnidad y de belleza y los vallisoletanos hacen un alto para escuchar orgullosos este pasodoble que es un himno que perenniza y reafirma la gran aficiòn que Valladolid tiene hacia la Tauromaquia, El Dr. Grajal, no puede ocultar la emoción ,al igual que yo, al escuchar esta bella melodía. Al terminar el pasodoble, varios aficionados se ponen de pie y saludan y agradecen efusivamente a Eugenio y le agradecen por la maravillosa cortesía de componer y dedicar un pasodoble torerìsimo a tan buena aficiòn. Una bonita y simbòlica solapera con el logo de la Peña Taurina Aficiòn Vallisoletana, fue la cordial despedida del presidente de esta peña taurina ,enraizada profundamente en el corazòn de Valladolid.


Algo que no puedo dejar de lado es la visita a una de las facultades de la Universidad de Valladolid, una de las Universidades màs antiguas de España, me refiero a la Facultad de Derecho, la cual està instalada en un local antiquìsimo, de piedra y de bellas columnas y balcones, pero modernizada respetando su estructura original.


Se aprecian los despachos de cada catedràtico, un auditorio amplio y còmodo donde imparten algunas de las clases, donde cada carpeta tiene un micrófono y un Terminal para que los estudiantes se conecten desde su carpeta a Internet, los veo presurosos pasar con el stress propio de los estudios universitarios, tan exigentes por cierto, recuerdo que en el tren habìa un muchacho peruano que venìa pòr primera vez a Valladolid, lleno de ilusiones a estudiar derecho en esa prestigiosa universidad, en sus ojillos brillantes habìa esa mezcla de nostalgia por su patria, pero tambièn su inquebrantable decisión de labrarse un brillante futuro.
No podìamos dejar de visitar la Plaza Mayor de Valladolid (asì llaman a lo que nosotros llamamos plaza de armas), donde en su centro luce la estatua del primer alcalde de Valladolid, vestido de guererro cruzado, cuando expuso su vida para defender sus ideales de libertad y de justicia ante los enemigos, hace ya varios siglos.


El ayuntamiento ( municipalidad ) es el mismo de hace centurias, solo que (eso es algo que me llamò mucho la atención) sometido a todo un sistema de restauración permanente, sus pasillos de piedra y ladrillos delatan toda su antiguedad , es que hay un consenso en España de preservar todas sus reliquias històricas a toda costa, vendrà la modernidad pero esta viene sin destruir el pasado, destruir el pasado es destruir la identidad de un pueblo. Tomamos un cafè en una cafeterìa clàsica en pleno centro de Valladolid, no hay un solo segundo que podamos estar callados, hay tanta riqueza històrica de que hablar, en Valladolid confluyen todo el pasado, presente y futuro respetàndose una a otra, cada parte de tiempo. Las horas apremian ese dìa festivo, las calles se hacen muy cortas en el fragor de la conversación, pasamos por la casa de Cristóbal Colòn, la iglesia donde fue bautizada la reina Isabel La Catòlica, otra iglesia a medio construir en el centro de la ciudad pues el arquitecto que la construìa la dejò asì, al cambiar de sede la monarquía de Valladolid a Madrid. Dicho arquitecto se marchò con los reyes a construir el Escorial en las cercanìas de la capital actual de España, constituyendo actualmente toda una Joya arquitectònica.
El tiempo es inmisericorde la hora de partir se aproxima cada vez màs, una agradable cena con los hijos de Eugenio y Angelines su esposa, es el marco final de mi despedida, siento que parte de mi alma y mi corazòn se ha quedado en esta bella ciudad. De nuevo la estación del tren listo a partir, Eugenio està allì con otro amigo màs, Julio Seco Hernàndez (otro renombrado mùsico español y a la vez un atento amigo), la tristeza del adiòs es inevitable, atràs quedan esos dìas maravillosos, el recuerdo de un gran amigo para quièn va mi infinita gratitud y reconocimiento por su inmensa calidad humana y hospitalidad, en la distancia se va perdiendo la silueta imponente y afable de Eugenio Gomez, pero en el tiempo y en mi mente viviràn conmigo todos mis dìas, los recuerdos de… mi amigo Eugenio.

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